Nudo Baricentro. AP-7 / C-58 / N-150

El nudo del Baricentro se plantea como la oportunidad de fortalecer las relaciones metropolitanas. Se propone una estrategia a diferentes escalas que quiere transformar la N-150 en una avenida metropolitana de carácter cívico, que conecte los municipios y mejore la accesibilidad a los espacios naturales del entorno. La plaza que se genera en la N-150 es un elemento que aporta urbanidad y rompe la linealidad de la vía interurbana.
La propuesta también incorpora la intensificación de los usos comerciales existentes en torno al nudo e incluye un programa recreativo inspirado en Coney Island o el Tibidabo. Este planteamiento es compatible con los usos existentes, al tiempo que propone nuevos usos y actividades en el espacio del nudo y permite densificar el entorno de la estación ferroviaria. El barrio de la Estació km 0 aporta continuidad urbana y propone usos mixtos. Complementariamente, se incide en el metabolismo urbano, ya que se aprovechan los espacios verdes entre infraestructuras para generar energías renovables; espacios que se autogestionan de forma sostenible gracias a la ganadería..
El jurado valora muy positivamente la propuesta de crear una nueva urbanidad para transformar una intersección en un cruce metropolitano multifuncional con un programa innovador: un parque de la energía y recreativo. 

La infraestructura verde es el elemento que debe servir para conectar el territorio. A partir de una estrategia ambiental dirigida a la restauración y mejora de los ecosistemas, la propuesta prevé la racionalización de las infraestructuras de movilidad existentes, la mejora de la conectividad ecológica, el incremento de la movilidad activa y el transporte público, y la conexión transversal entre núcleos existentes.     
El espacio entre ríos recupera su valor ambiental gracias al reconocimiento de los hábitats potenciales para mejorar su biodiversidad, su función ecológica y la valorización de los servicios ecosistémicos.

El centro comercial del Baricentro se transforma con la intención de superar el prototipo paradigmático de gran superficie de ventas al lado de la autopista. Se libera el espacio que ocupa actualmente el aparcamiento para relacionar los usos con el entorno natural. Así pues, se propone       un centro multifuncional más abierto y permeable que conecta el parque con los tejidos urbanos.

La principal idea que ha valorado el jurado es la distinción de usos de movilidad que se propone en los dos ramales existentes de la N-150. Un ramal se dedica a la movilidad motorizada y el otro a la movilidad activa.

Gracias a una «varita mágica», las infraestructuras se transforman para obtener beneficios máximos con recursos mínimos. Se proponen tres operaciones que aprovechan las preexistencias para regenerar el territorio: una red de ecocorredores que relaciona las intermodalidades y reinterpreta las infraestructuras como recurso ecológico, una «superesponja» que permite la porosidad del suelo y de los tejidos urbanos, y un «supernudo» que mejora la resiliencia del paisaje. Se prioriza la red de ecocorredores fundamentada en soluciones basadas en la naturaleza para potenciar el ciclo natural del agua y mejorar la resiliencia del territorio.
Una nueva infraestructura elevada, llamada «varita mágica», conecta las diferentes actividades  y forma un atajo de movilidad activa entre los dos espacios fluviales. Este nuevo eje funciona como conector de un territorio actualmente fragmentado y forma un gran balcón al paisaje entre ríos.
El jurado valora positivamente este elemento, que permite la conectividad transversal y la conectividad ecológica por la parte inferior.

Un anillo verde puede ser la solución para potenciar la conectividad intermunicipal. Se propone la construcción progresiva de una nueva centralidad metropolitana distribuida y conectada por el anillo verde intermunicipal, que crea un paisaje urbano naturalizado alrededor del nudo. El paisaje es el motor de reconversión del nudo viario: reorganiza las conexiones de carretera existentes y crea otras nuevas para peatones y bicicletas, con el fin de conectar los asentamientos propuestos, la estación intermodal y los espacios abiertos. Se propone un espacio verde central con una red de caminos intermunicipales que favorecen la movilidad activa entre municipios y el acceso a los espacios      abiertos.
El nudo viario se complementa con cuatro sectores urbanísticos independientes:  el entorno de la N-150 sur como puerta de entrada a Ripollet y Cerdanyola del Vallès, un sector que plantea la integración urbana y un nuevo programa funcional para el Baricentro, el sector Rivière y la Clota de regeneración urbana e integración paisajística y, finalmente, el entorno de la N-150 norte, como nueva puerta de entrada a Barberà del Vallès.
El jurado valora muy positivamente la versatilidad de la propuesta, ya que  plantea nuevos recorridos de movilidad activa y crea una centralidad que entrelaza los tejidos alrededor del nudo, así como un gran espacio verde central.

Un bosque regenera el interior del nudo del Baricentro. El bosque del  Baricentro, de  más de  350 hectáreas, aloja una nueva centralidad con un intercambiador de movilidad  y unos tejidos urbanos que se basan en el urbanismo regenerativo, y también  tiene en cuenta los ecosistemas naturales. La estrategia del bosque, llamada Plan #28, basa la transformación en la regeneración de los ecosistemas; prioriza el medio ambiente y la salud de las personas como nuevo paradigma de urbanismo biológico y ecológico.

Se propone una red de caminos dedicada a la movilidad activa con una geometría basada en el diagrama de Voronoi, que rompe la ortogonalidad de las ciudades pensadas desde la movilidad del tráfico rodado y plantea una red orgánica que maximiza las relaciones ecológicas de los ecosistemas, el ciclo del agua y las leyes de la naturaleza. 

El relato sobre el urbanismo regenerativo y la apuesta de introducir actividad e intensidad en el nudo han sido bien valorados por el jurado.