Metrópolis de ciudades

Hace décadas que la evolución de los 36 municipios metropolitanos y el crecimiento demográfico y urbano refuerzan sus vínculos funcionales hasta conformar una realidad urbana metropolitana. Pese a que todos los municipios metropolitanos poseen una identidad municipal muy diferenciada, comparten infraestructuras y servicios de movilidad, equipamientos sociales, culturales y educativos; reciben servicios de redes y de infraestructuras compartidas, como la energía, el transporte público, el agua o la gestión de residuos; disfrutan de los mismos espacios verdes y fluviales, de las playas y los parques metropolitanos, de la sierra de Collserola, y se hallan inmersos en una realidad económica, un parque de viviendas y un mercado de trabajo de escala metropolitana.

Metrópolis de ciudades

LOS GRANDES RETOS DEL PDU

La diversidad territorial y la complejidad de las casuísticas que caracterizan este territorio reclama nuevos enfoques, herramientas e instrumentos de planeamiento que, cuarenta y un años después de la aprobación del PGM, permitan garantizar la sostenibilidad ambiental, la competitividad económica y la cohesión social. Se trata, en definitiva, de que permitan mejorar la calidad de vida de las personas y garantizar un futuro mejor para las generaciones venideras.

En un territorio sumamente consolidado, la mirada del PDU se centra en la renovación de los tejidos existentes, en la transformación de las áreas que han quedado obsoletas, en la preservación de los elementos naturales, patrimoniales o paisajísticos, en la integración en su entorno de tejidos e infraestructuras, y en la adecuación a un futuro inmediato definido por dinámicas tan profundas como las asociadas con el cambio climático, la revolución tecnológica o las cada vez más complejas demandas sociales.

"DEL CARÁCTER PASIVO DE LOS ESPACIOS ABIERTOS A SU PAPEL ESTRATÉGICO Y VERTEBRADOR"

El PDU debe reconocer el valor de la biodiversidad de nuestro paisaje metropolitano mediterráneo. Se precisa, por lo tanto, una reglamentación más dinámica y activa que nos permita actuar para mejorar la funcionalidad ecológica y acercar los servicios ecosistémicos a las personas.

De ahí que se plantee la infraestructura verde como el principal sistema vertebrador de la metrópolis. Un conjunto de espacios de gran riqueza ambiental, que representan más del 52% del territorio y a los que se suman todos los espacios urbanos con potencial para convertirse en espacios verdes. Calles, plazas, parques urbanos y hasta cubiertas o fachadas pueden conectarnos con los grandes parques naturales del entorno, formando así una red interconectada de espacios verdes que comportarán numerosos beneficios ambientales y para la salud de las personas.

"DE UNA METRÓPOLIS PENSADA DESDE EL AUTOMÓVIL A UN TRANSPORTE PÚBLICO CERCANO PARA TODO EL MUNDO"

Acercar las actividades a las personas constituye una de las bases para mejorar el funcionamiento de la metrópolis. Conectar y reconectar los caminos y calles para poder recorrer el territorio a pie o en bicicleta, garantizar una accesibilidad más equitativa articulando la metrópolis mediante una red de espacios intermodales, de acceso a diversas modalidades de transporte público, para de este modo conseguir una ciudad más amable y confortable para las personas.

"DE LA HOMOGENEIDAD A LA DIVERSIDAD IDENTITARIA COMO VALOR PARA ACTUAR EN LA CIUDAD CONSTRUIDA"

Los tejidos residenciales requieren una legislación urbanística que ha sido concebida para la regeneración urbana más que para la ocupación de nuevos espacios destinados al crecimiento urbano. Hay que saber actuar sobre un territorio consolidado y maduro, y hacerlo de forma diferenciada atendiendo a la diversidad de los tejidos residenciales y poniendo en valor las preexistencias que definen la identidad metropolitana a través de 14 tipologías identificadas.

Ello exige centrar la mirada en la integración de los tejidos residenciales, en la medida en que participan y se relacionan activamente en el conjunto del territorio. Posteriormente, habrá que garantizar el equilibrio de oportunidades y la igualdad en las condiciones de calidad de vida en todo el territorio, además de definir los criterios esenciales para la regeneración urbana y la rehabilitación arquitectónica, en especial en ámbitos vulnerables, como algunos polígonos residenciales y urbanizaciones dispersas.

"DE UN CONJUNTO DE NÚCLEOS MUNICIPALES A UNA CONSTELACIÓN DE CENTROS DE CARÁCTER DIVERSO"

La metrópolis cada vez es más extensa; de ahí que el debate sobre los espacios centrales y las áreas de centralidad sea tan importante para el urbanismo contemporáneo. Tradicionalmente, han sido espacios simbólicos en el imaginario colectivo, pero también son aquellos espacios en los se encuentran los ciudadanos y que concentran actividades y servicios. El PDU plantea una articulación de los tejidos urbanos a través de los espacios centrales que configure una constelación de nodos de centralidad de carácter diverso, relacionados con los puntos de intermodalidad de la red de transporte público.